El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes consciente o inconscientemente. Afecta a entre un 10% y un 20% de la población.
Estos movimientos suelen ser agresivos, repetitivos o continuos y pueden realizarse incluso durmiendo. Afecta a niños, adultos, hombres y mujeres por igual. El afectado nocturno puede no ser consciente de que padece la enfermedad. Suelen darse cuenta de esto por lo general, los compañeros de cama o habitación, y los dentistas que observan la destrucción del esmalte y la dentina.
Si al despertarse nota cierto dolor en los músculos faciales o ligeras molestias en la cabeza y en el cuello puede que padezca bruxismo.
El tratamiento más común es la colocación de una férula o protección dental de resina o plástico para impedir lesiones. Esta protección elimina el dolor de mandíbula, de cabeza o de oídos, así como otras molestias que puedan haber aparecido.